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2003

¿Qué es para ti una idea?

Cuando hablar de la sociedad del conocimiento se ha convertido en un tópico, en espai blanc quisimos preguntarnos qué es una idea. Nuestra sospecha era que las ideas no sólo son el motor del nuevo capitalismo. También pueden ser peligrosas. Durante todo el año 2003 la pregunta ¿Qué es para ti una idea? estuvo abierta en nuestra página web. Éstas son las respuestas que recibimos.

Listado cronólogico de las espuestas recogidas o encontradas. Última actualización: 01/01/04

Las respuestas recibidas a través de la web de Espai en Blanc se acompañan del nombre, el día y la hora del remitente. El resto sólo llevan la indicación de la fuente o referencia.

Fernando Pessoa, El libro del desasosiego

“Ninguna idea brillante consigue ponerse en circulación si no es añadiendo a sí misma algún elemento de estupidez.”

Deutsche Bank (El País 10-4-2001)

“Lo que cuenta son las ideas. Lo demás es sólo dinero.” “¿Dónde está la siguiente oportunidad? Fresh ideas leading to results.”

Cioran

“No deberíamos más que hablar de sensaciones y de visiones: nunca de ideas pues ellas no emanan de nuestras entrañas ni son verdaderamente nuestras.”

U. Galimberti, Idee. Milán, 1992

“En el mundo de las ideas, la reivindicación de originalidad esconde el miedo a la confrontación.”

Aleix

“Una idea, ella sola,no és rès, no pot fer rès, és quelcom inmòbil i, lenta i mandrosa, es perd. En canvi si a la idea l’acompanya un huracà d’idees sense que hi hagi un ull que les governi, aleshores ni els dispositius més aeodinàmics podran resistir la seva força.”

Francine Prose, La vanguardia 21-1-2003

“Trato de no tener una ideología para poder tener alguna idea”.

www.bcn.es/barcelonaactiva

“Ideas paradas. Ideas en movimiento” En Barcelona Activa nos movemos para que los emprendedores y las emprendedoras de esta ciudad no se paren. ¿Todavía quieto?

K. von Beyme refiriéndose a A. Gehlen, Teoría política del siglo XX, Madrid, 1994

“Sólo las ideas que se integren en las leyes de funcionamiento de lo existente se considerarán capaces de imponerse.”

Diccionario de la Real Academia Española idea.

(Del lat. idea, y este del gr. idea, forma, apariencia). f. Primero y más obvio de los actos del entendimiento, que se limita al simple conocimiento de algo. || 2. Imagen o representación que del objeto percibido queda en la mente. Su idea no se borra jamás de mi mente. || 3. Conocimiento puro, racional, debido a las naturales condiciones de nuestro entendimiento. La justicia es idea innata. || 4. Plan y disposición que se ordena en la fantasía para la formación de una obra. La idea de un sermón. La idea de un palacio. || 5. Intención de hacer algo. Tener, llevar idea de casarse, de huir. || 6. Concepto, opinión o juicio formado de alguien o algo. Tengo buena idea de Antonio. He formado idea del asunto. || 7. Ingenio para disponer, inventar y trazar una cosa. Es hombre de idea. Tiene idea para estos trabajos. || 8. ocurrencia (? idea inesperada). Tengo una idea para solucionarlo. || 9. coloq. manía (? extravagancia, preocupación caprichosa). [j]Lo perseguía una idea.[J] U. m. en pl. || 10. Fil. En el platonismo, ejemplar eterno e inmutable que de cada cosa criada existe en la mente divina. || 11. pl. Convicciones, creencias, opiniones. Persona de ideas avanzadas. || fija. f. idea obsesiva. || s universales. f. pl. Conceptos formados por abstracción, que representan en nuestra mente, reducidas a unidad común, realidades que existen en diversos seres; p. ej., hombre, respecto de Pedro, Juan, Antonio, etc., y así todas las especies y los géneros. || mala . f. Mala intención. || remota . f. La imprecisa o vaga. || con de. loc. prepos. coloq. Con intención de. || hacerse a la de algo. fr. Aceptarlo. || no tener ni . fr. Desconocer por completo algo. ? V. asociación de s.

J. Fernando Moyano, 9/12/02, 19:06

Una idea …. Creo que una idea es algo independiente de los seres humanos. No son exclusivas de nosotros. Creo más bien que las ideas usan a la sociedad humana para evolucionar. Las ideas son “habitantes” de las sociedades humanas, pero también pueden habitar otras sociedades, grupos de sociedades, sociedades mixtas. Pueden extenderse de una sociedad a otra, permanecer latentes, evolucionar, cambiar, adaptarse. Veamos … Nosotros manejamos representaciones de las ideas. Las representamos con nuestros sistemas de codificación (lenguajes) y nos las transmitimos utilizando diferentes medios. Algo que se puede representar con un sistema de codificación y transmitir por un medio tiene un nombre: INFORMACION Ya se que está muy de moda esto de la información, pero me da igual. En realidad nos se suele hablar mucho de lo que es la información. Claro está …. no toda la información se puede considerar como ideas. Así que deberemos pensar que una idea es un tipo determinado de información. ¿cuales son las características propias de este tipo tan particular de información al que llamamos ideas? Una idea surge en un determinado momento, en entorno determinado. Puede provenir de la combinación de otras ideas existentes (reproduccón sexual de ideas), o de la modificación de una idea ya existente (mutación). Una idea muere si deja de transmitirse y deja de transmitirse porque ya no resulta útil o interesante en el entorno social donde habita.En cambio, si una idea es útil e interesante se propaga (reproduce) abarcando cada vez un mayor area de su habitat (las sociedades). Cuanto mas útil e interesante es una idea más rápidamente se propaga (reproduce) y cambia (muta). A su vez, la idea original al mutar crea nuevas ideas, que si son más útiles e interesantes que su ancestro acabarán desplazándolo, haciendo que se extinga. Vemos pues que las leyes de la evolución son plenamente aplicables a las ideas. Las ideas son fragmentos de información que se rigen por las leyes de la evolución darwiniana. Son entidades que habitan las sociedades (no exclusivamente humanas) que han alcanzado un determinado grado de “inteligencia”.

laconexion, 09/12/02, 23:42

una idea es algo peligroso que se te revuelve después de comer chipirones. Una idea es una PIEDRA EN el RIÑON!!!!!!!!!Tu eres piedra y en piedra te convertirás!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Andreu mesa, 10/12/02, 00:12

una idea és una acció creativa una idea és la prova que podem trobar alternatives a tot el que s’ha pensat una idea és un èxit una idea és un producte d’intercanvi, una moneda, un regal

jorja, 14/12/02, 11:50

En un espai en blanc una idea es mou i creix com dins la placenta i malda per reeixir. És aigua o aire el que l´envolta?. Es diu: com ho podré fer comprendre? La idea ho té molt clar i se sent de gust dins l´espai blanc. Es mou amunt i avall i busca d´altres idees que l´ajudin a expressar-se. Sap que la paraula concepte s´hi assembla i tanmateix ella estima sentiment. Pot néixer una idea del sentiment? Pot desenvolupar-se a través del concepte i defensarr aquest sentiment sense el qual viure seria tan fred? Què és una ida? heu preguntat, i jo diria un sentiment que busca d´altres sentiments que siguin pensts i recollits en aixó que en podriem dir una idea. Sé que és molt més complexe. Però després de la nit tan bonica d´ahir, és això el que he volgut escriure-us.

Hug Alemany, 16/12/02, 23:35

Una idea és l’espurna que genera l’encontre entre el coneixement i la fe en la màgia.

Teresa Pedret, 11/01/03, 19:20

Una idea: Puede ser una certeza. _esto es así_ Ámbito o constelación en el que una habita. Una idea; sentimiento o convicción que puede abrir un recorrido, iluminar grupos de ideas, sumergir otras, la certeza de una idea es un recorrido, como tal ; certeza provisional, pero no por duda, sino por no saber lo que depara ese recorrido …

Ricardo Duranti, 13/01/03, 13:26

E’ un frammento
dello specchio rotto
che è la nostra mente.
A volte qualcuno di noi
ne trova uno
abbastanza grande e nitido
da riflettere una parte significativa
di realtà (o di sogno).
Allora si ha una buona idea.
Ma nessuna idea
è un pezzo fisso,
perché dipende da chi lo tiene in mano,
dall’incidenza della luce,
dall’inclinazione che gli si dà,
dallo sguardo
e anche dall’intenzione che proiettiamo
su quell’immagine
che viene riflessa.
Comunque nessun’idea,
di per sé, basta.
Dobbiamo imparare
a fare un mosaico di idee,
scambiarcele,
tentare e ritentare
di rimetterle insieme,
finché l’immagine composita
che ne uscirà
non ci piacerà
a tutti.

Athanasius Kircher, 19/01/03, 18:06

Una idea es un perfil que hacemos de la realidad o, mejor dicho, de la experiencia o experimentación que hacemos de ella. Llevar a algo a idea es una tarea alquímica: pues que ha de albergar esa experiencia, las entrañas. Una idea no es completamente racional.

Gualterio, 28/01/03, 21:14

És una representació de l’esdevenir NOU del món. Es prenen per tal reedicions de VELLES que són (per això llegim els clàssics) o que no són (ideologia). Alguna “tècnica”, com ara la inversió del genitiu (Marx) o el “detournement” (Debord), hi ajuda. Tot i que les expressa un cap, estan a molts caps. El seu esdevenir és incert.

Miguel C.H., 30/01/03, 12:14

Una idea es tener una idea. Una idea es poder pensar dentro de lo impensable Una idea es no querer tener ideas

Ciberkuatse, 18/02/03, 20:02

  • las ideas no son, se tienen. Pero ¿quién tiene hoy las ideas?
  • las ideas no son, aparecen. Y todo lo que aparece acaba desapareciendo. De ahí la importancia de atraparlas
  • las ideas son apariciones que están desapareciendo.

Rubén Bravo, 24/02/03, 00:07

La idea es como una mierda, segun comes asi acabas cagando.

Miguel Echeverría, 28/02/03, 21:12

an idea is unedible and undrinkable. You cant bring it up your nose or feed it in your veins. It feels and it tastes like nothing. It can just be the rest of it all.

Aleix Ortí Font, 03/03/03, 14:25

una idea és com la pornografia; t’encen ! pero, sense treballar amb la disciplina pròpia de l’eina no serveix si no pa col·leccionar gaioles oblidades

Pedro Salinas, 03/03/03, 21:25

Animales extintos son ideas Todo lo que aparece no es. (No es una idea, parece.) Todo lo que aparece es pura representación. Y una idea no representa nada. No aparece. Se produce en una red de relaciones. Se construye. Se desarrolla con y desde la materia. (Porque sólo hay materia.) Se palpa, se siente, se vomita. Se cruza con otras ideas, y se desvía de su camino y se acerca y se aleja para perderse. A veces, tan sólo se esconde, otras se destruye. Y se reconstruye a sí misma. Renace, pero no se crea ex nihilo.

Tiene siempre en su origen un haz de relaciones corpóreas. Una idea no es únicamente un espacio en blanco, o nada o lo contrario de nada. Del espacio en blanco emerge la idea: de lo luminoso e iluminador del mundo, pero sobre todo de su oscuridad. Porque una idea no ilumina, construye haces de relaciones, o simplemente contagia enfermedades.

Toda idea transforma la materialidad desnuda de lo corpóreo en una serie de conexiones locales, siempre en continuo movimiento, que tienden a transformarse en totalidades. Una transformación local se resuelve, unas veces, en productividad de campo, otras en el silencio de lo que no se muestra a la luz: de las totalidades.

Una idea es un cuerpo múltiple, informe (y por eso se oculta), como informes son la espontaneidad y la improvisación. Un monstruo. Como la música. Un cuerpo infinito, inabarcable y amorfo, que se mueve, en tanto que organismo autónomo en redes creadas a partir de los restos de algún artefacto. Por eso, una idea es siempre un embrión, que como la vida en potencia que se resuelve en infinitos apéndices extendiéndose sobre el mundo. Una idea es, en ese sentido, un principio intensivo de la vida (o un veneno mortal). La intensidad de lo efímero animando la materia más allá de su propia extinción. Un monstruo extinto, eso es toda idea. Donde ya no hay ideas, en el renacimiento de los artefactos, el Ave Fénix reina oculta entre los escombros de un mundo germinal.

Las ideas no tienen forma, hemos dicho, y, por lo tanto, nada informan (si acaso envenenan o contagian). Por eso, allí donde no hay información, hay seguramente ideas.

Sólo las manos dan forma. Y, así, de las manos, que no dicen nada, de la sangre que corre por las venas y mueve los cuerpos surgen las ideas. El pensamiento, por consiguiente, no articula nada que no se haya alimentado antes con el sudor de unas manos que se hunden en la tierra o en la miseria, que se funden con las máquinas, que recorren los cuerpos y se mezclan con las carnes, que tiran piedras y diseñan planos.

En una naturaleza extinta -incluso, o más aún, si es segunda naturaleza- la virtualidad de lo existente lucha desesperadamente contra las ideas, contra todas las ideas. Porque las ideas buscan la realidad de donde vienen para apropiársela, devorándola, vomitándola y volviéndola a devorar. Como la mierda que se consume en la mierda. Eso es una idea, o como sea que le llame al artefacto virtual por excelencia.

Jaditza Aguilar: “Una idea es algo irrealizable”.

Amaryllis Rodríguez: “Una idea es una imagen lúcida originada en la mente a causa de un gran deseo. Cuando surge es casi siempre con la intención de mejorar un concepto que puede ser tanto concreto como abstracto.”

Ignasi Gozalo, 11/03/03, 20:16

Una idea es un orgasmo, pero soñado. Una idea no es más que la imposibilidad de lo que persigue como algo propio. Una esencia, ilusoria, que nace, y que muere cuando se da cuenta de que existe. La idea ES porque deja de ser cuando despertamos. Una idea es bellísima. Por eso, cuando uno se despierta, ya no es. O ya no es una idea.

Ramón Germinal, 27/03/03, 20:48

De ideas…

¿Qué es una idea? Algunos amigos se hacen esta pregunta a principios del tercer milenio del calendario cristiano. Se puede acudir al Diccionario de la Real Academia de la Lengua y leer las diversas acepciones de esta palabra, a los pensadores que más nos gustan y que en algunos de sus textos hacen referencia a la idea, e incluso podemos separar la paja del grano, las ideas de la ideología y de los ideales. En mi caso prefiero acudir a la memoria.

Año 1960.

Con ocho añitos mi mejor amigo se llamaba Morente; íbamos juntos al colegio, vivíamos en el mismo barrio y nuestras madres eran compañeras de trabajo en un almacén de aceitunas del pueblo. Jugábamos en un pequeño bosque de pinos piñoneros, frontera entre el barrio y el campo, y merendábamos junto a sus hermanos. Hablaban constantemente de su tío Ramón, el hermano mayor de su padre al que no conocían, pues vivía, desde antes que nacieran en Francia y no podía venir a visitarlos. La ilusión de mi amigo era viajar a Toulouse para ver a su tío, constantemente hacíamos planes de viajes para conocer a Ramón Morente. Un día le conté a mi madre si conocía a Ramón el tío de Morente y por qué no podía venir desde Francia. Bajando la voz me contestó:

  • No debes hablar con nadie de esto, Ramón era de ideas y eso es peligroso, por eso no puede volver, ya que lo encerrarían en la cárcel o algo peor.
  • ¿Que es ser de ideas madre?
  • Lo único que sé hijo es que Ramón era un cabecilla del sindicato de panaderos y cuando el “movimiento” fueron por él a matarlo, pero se escapó y se pasó al otro bando. No me hagas más preguntas y te repito, esto es un secreto para no contarlo. Desde aquel día, el tío de Morente se convirtió en un personaje sin rostro pero con ideas. ¿Qué serían aquellas ideas? Algo misterios que me atraía fuertemente.

Año 1966.

Estaba contento con mis catorce años y por la beca que había sacado para estudiar formación profesional en Sevilla, mi amigo Morente también. Nos pasamos todo el verano soñando con los viajes diarios a la Universidad Laboral de la capital, pero a primeros de septiembre algo inesperado sucedió. La madre de mi amigo vino a casa a contarles a mis padres, que su cuñado Ramón había tenido un accidente de tráfico cerca de Córdoba. Viajaba clandestinamente para ver a su familia, con la mala suerte de chocar el coche que lo trasladaba, con un carro cargado de hierba. Una llamada de teléfono y otro automóvil se encargó de quitarlo de la carretera antes de que viniera la Guardia Civil. Ramón no podía andar y la madre de Morente venía a pedir ayuda, ya que el cuñado estaba a punto de llegar al pueblo. En plena madrugada, el hombre de ideas encontró refugio en la casa de mi tía Carmen, que de jovencita fue rapada al cero y obligada a beber aceite de ricino, por haber sido pretendida por Ramón. De aquellas cosas me fui enterando, a lo largo de la semana que duró la secreta estancia del panadero, que además de ideas ya tenía rostro. Para mirarle la pierna avisamos a Rafael, un practicante que se ganaba la vida poniendo inyecciones, haciendo curas y sacando muelas a domicilio, un hombre que para los niños del barrio era el “tío del saco”. Se conocían y por lo que oía, Ramón y Rafael eran compañeros de ideas. El practicante era un joven médico que después del movimiento se le prohibió ejercer… por sus ideas y ahora estaba allí escayolando la pierna de Ramón. En aquellos días las visitas a la casa de la tía Carmen eran diarias. No eran sospechosas ya que Morente y yo íbamos a todos los sitios juntos. Ramón nos contó el viaje desde Francia, toda una aventura. Las ganas de volver a ver a su familia, de conocer a sus sobrinos, le motivó para atravesar los Pirineos, acompañado de un guía que se sabía muy bien los pasos clandestinos, y a recorrer la península en coches de amigos, hasta que la fatalidad del accidente le obligó a pasar la noche en una cueva, mientras el acompañante llamaba por teléfono a sus contactos para salir del apuro. Su sobrino y yo estábamos deseando de hacerle la pregunta:

  • Tío Ramón, ¿Qué es ser de ideas?
  • Ser de ideas es tenerlas y querer vivir con ellas
  • ¿Y cómo llegaste a ser de ideas? le pregunté yo llamándole también tío
  • Siendo muy joven tenía un malestar con la sociedad, conmigo mismo; como si me faltara el aire. Un viejo arriero dijo que mi problema se resolvía viviendo con una idea: la de luchar contra todo lo que te oprime, desde el chaleco estrecho hasta los patrones. Antes de irse Ramón me regalo un libro de poemas de Miguel Hernández, prohibido en aquellos años. Con las primeras luces del alba, ya metido en el coche, el tío de mi amigo me dijo:
  • En ese libro encontrarás ideas y sentimientos.

Año 1969.

Con diecisiete años estuve alojado unos meses en el “Hotel” Carabanchel. Allí me junté con unos pocos inquilinos, que decían ser de ideas. Gente mayor con muchos años de obligado hospedaje. Aquella fue mi primera escuela donde aprendí algunas ideas.

Año 2003.

Con cincuenta años sobre los hombros, ¿Qué es para mi una idea? Una herramienta para el sabotaje de la vida que nos quieren hacer vivir.

Pep Vinyals, 16/04/03, 19:48

Riccardo Duranti us diu que una idea és com un fragment d’un mirall trencat, depenent d’una i mil variants que fan que mai cap fragment sigui igual a un altre, o que cadascú el vegi igual que un altre. Aquesta definició d’una idea, entesa com un fragment de la realitat o d’una nostra representació de la realitat, té molt a veure amb allò que jo entenc que és la fotografia: no un fragment de realitat, sinó el fragment d’una representació de la realitat, variable, canviant, heterogènia. Per a mi una idea neix, creix i mor (o si voleu, desapareix) i en realitat pot ser un acte creatiu que pot desenvolupar-se o simplement l’instant fugaç d’un tren que ha passat. Però en qualsevol cas, mai és la realitat sino sempre una representació absolutament subjectiva d’ella. Un fragment de mirall, doncs.

Dos aportacions més:

  • ’Cap idea de la terra és digne d’una defunció’ (Georges Brassens)
  • ’Les paraules han de ser una mica ferotges, car són l’assalt de les idees en els que no en tenen’ (Lord Keynes) Extretes del ’Diccionari de la mala llet’, de Víctor Alba.

cibernauta joan, 01/05/03, 23:14

un espai en blanc és una idea és un espai en blanc

Entrevista de Espai en Blanc a Ralph Lechner, 01/05/03, 13:13

Invitado por Projecte Ciutat, empresa de titularidad metropolitana, el pasado 2 de Abril estuvo en Barcelona Ralph Lechner (Filadelfia, EEUU, 1951), profesor de teoría de la publicidad, presidente de Euro HM Worldwide y directivo del grupo Heidel. Informado del proyecto de encuesta “¿Qué es para ti una idea?” accedió a entrevistarse con Espai en Blanc.

EEB.  Creo que recuerda usted su primera “idea”…
RL.  En efecto, a los 19 años entré en la British Motors como analista de sistemas. Y allí tuve mi primera idea: vender a los compradores de coches deportivos accesorios tales como, por ejemplo, un volante de madera. Tuvo éxito. Por primera vez percibí cómo se combina la lógica del negocio con la del pensamiento creativo. Eso ha hecho que me interese por el ser humano.

EEB.  ¿Podría definir entonces qué es para usted una idea?
RL.  Ante todo, una idea es un mecanismo: funciona o no funciona. Y funcionar significa llegar al deseo, accionarlo, acoplarse a él. ¿Y qué es el deseo? Yo lo definiría como la facultad de imaginar una vida más interesante. En conclusión, tener una idea es dar con “eso” que permite imaginar -a mí y a los demás- que así la vida es más interesante. Quiero matizar lo de la imaginación. En el plano de la realidad no hay vidas más o menos “interesantes”; la vida, tal como la vivimos realmente (levantarse, ir al trabajo, ver la televisión) no tiene mayor interés, en ningún caso. La realidad es la realidad, y como tal se impone siempre del mismo modo. (Alguien dijo que la revolución es como todo, a los cinco minutos…) Lo interesante es el modo en que nos la imaginamos, y eso sí que puede variar, cambiar, aumentar. De manera que no se trata tampoco de una imaginación separada o al margen de lo real. Hablamos más bien del “aura” que envuelve una vida, y que se manifiesta sólo en el momento en que nos la imaginamos. Pues bien, lo que sabemos hoy es que ese aura puede concentrarse o desprenderse de un objeto. En ese sentido, las ideas pueden “realizarse”, entrar en relación con la realidad: encantarla, por así decirlo.

EEB.  ¿Cómo un fetiche?
RL.   Con una diferencia. El fetiche es religioso: expresa fuerzas sobrenaturales, procede de un ámbito sagrado. Las ideas, no.

EEB.  ¿De dónde toman entonces su valor?
RL.  Evidentemente, de que la gente esté dispuesta a pagar por ellas. Solo el dinero valida socialmente una idea, decide si es buena o no, si funciona o no, si se acopla o no al mecanismo del deseo. El nexo entre el pensamiento y la realidad, su raíz común, esa instancia absoluta que ha buscado la filosofía, es el dinero. “Eso” que hace de una vida algo más interesante es siempre una mercancía: un volante de madera, un viaje a la China, un teléfono con pantalla, qué se yo. En este sentido, una idea es por principio una empresa, un proyecto empresarial. Pensar es producir fetiches rentables. El “error” de Marx fue su exceso de ilustración, creer que la humanidad podría desprenderse de la superstición; por el contrario, nosotros la gestionamos, no con el fin de “drogar” a la gente sino de aprovechar económicamente esa facultad humana, de rentabilizar su enorme productividad, de capitalizarla, en suma. Y eso, a la larga, significa más riqueza en el mundo y para todos.

EEB.   ¿En eso consiste el nuevo capitalismo, la nueva economía?
RL.  En parte, desde luego. No podemos seguir dirigiéndonos a los consumidores instándoles a comprar tal o cual objeto. Ya no estamos en ese estadio. La gente quiere, de entrada, información: quién, cómo, para qué se ideó el producto. El acto mercantil ha de concebirse como un acto comunicativo, un verdadero diálogo, donde la empresa se presenta y el cliente, después de escuchar, decide. De hecho, en nuestra compañía ya no hablamos de consumidores sino de “prosumidores”, una nueva generación que dice: “No intente venderme nada, déme información”. Vender el producto es vender una idea, y al revés: pensar una idea es concebir el intercambio de un producto. El objeto es la síntesis de ambos momentos. Como en Kant: las ideas sin capital están vacías; el capital sin ideas está ciego.

EEB.  No suena tan nuevo.
RL.  Pero lo es. La diferencia está en que el conocimiento que expresa la idea es ahora un producto elaborado socialmente. Cuando pienso: “esto le gustará a la gente, lo comprará” no me remito a una fantasía sino a algo que sé porque conozco la sociedad, el ser humano, porque he hecho estudios de mercado, entrevistas, prospecciones, recogiendo de los demás la información que finalmente les devuelvo reelaborada. Hay una verdadera participación en forma de conocimiento social ya en la elaboración del producto, un trabajo inmaterial que ha de recogerse en el acto del intercambio; en cierto modo, toda mercancía es un “servicio”. ¿Puedo ponerle un ejemplo?

EEB.  Adelante.
RL.  Hicimos una campaña para una empresa argentina de caramelos, Billiken. Pensamos que los caramelos son el único producto en que los niños deciden y nos propusimos respetar ese principio, así que empleamos internet para pedirles a los niños argentinos sus ideas y conocimientos sobre los caramelos. ¡Nos dieron cientos! Al final estudiamos con Billiken cuáles eran las más rentables y las sometimos a votación en la red. ¡Eso sí es el nuevo capitalismo! ¿Lo ve? Tener una idea es concebir un objeto que sintetice, de una banda, todo ese conocimiento social; y, de otra, el capital en juego, sin cuya realización, recordemos, la idea no pasa de ocurrencia vacía.

EEB.  ¿Por qué hablar entonces de imaginación, de ocurrencia? Todo parece de lógica: detectar las necesidades, ofrecer servicios a precios competitivos.

RL.  Volvamos a Kant. Para él la objetividad de la experiencia, el orden del mundo, son un presupuesto, un hecho, avalado por la ciencia moderna, la revolución francesa, etc. Para nosotros, no. El mundo es un entorno incierto, más bien caótico, y así, en ese medio, no podemos partir de juicios determinantes: esto es así y esto es asá. No sabemos. Así que se trata de un juego entre el entendimiento y la imaginación. Por eso hablamos de pensamiento creativo. Cuando me dirijo a los clientes (lo mismo que a los trabajadores) trato de meterlos en ese mismo juego, de excitar todo su ser, apelando a esa capacidad humana fundamental de la que hablábamos al principio. En el fondo, desear una vida más interesante es poder ir más allá de lo que hay, de la realidad que tenemos, y eso sólo se consigue combinando con éxito el conocimiento y la imaginación. Es como decirle al cliente: “Mire, ni nosotros ni usted mismo sabemos con certeza lo que desea; pero, a partir de lo que sabemos, tenemos una idea, nos hemos imaginado esto, así, de este modo; y lo que le ofrecemos es la oportunidad de arriesgarse con nosotros en su realización, de participar en el éxito de la empresa”. Como ve, todo esto permite asimilar la producción de ideas también al discurso artístico. De hecho, desde el punto de vista semiológico, no hay ya diferencia formal entre productos de servicios y obras de arte. Cualquier publicista lo sabe: la vida puede convertirse en una aventura y nosotros le proporcionamos el talismán, o el fetiche, como le llama usted.

EEB.  ¿Y usted se lo cree?
RL.  ¡Pues claro! ¿Cómo iba a vender algo en lo que no creo? Durante un tiempo trabajé para Volvo. Si la empresa ofrece como producto la seguridad es porque tiene, se lo aseguro, docenas de profesionales produciendo ideas sobre seguridad, recabando y analizando información, imaginando el concepto, proyectando su materialización. Y haciéndolo con absoluta honestidad.

EEB.  Se le ve realmente convencido de las virtudes del sistema.
RL.  Mire, lo que define al ser humano, como a la propia naturaleza, es la capacidad de dar saltos creativos, de ir de la a la c para luego saltar a la m. Vivimos por fin en una sociedad que asume ese atributo, una sociedad organizada sobre el principio de que todo es y puede ser hecho posible: cualquier combinación, cualquier idea. Solo falta regular su producción, evitar que el medio colapse. Y de eso se encarga el mercado: la circulación de dinero, recuerde, prueba y distribuye el valor de las ideas, imponiendo en ellas el sentido de la realidad. Entendido así, desde luego, el sistema no tiene límites.

EEB.  Para acabar, Barcelona lleva años ensayando la materialización de todo eso en un modelo político, una forma de gobierno metropolitano capaz de asegurar esa síntesis creativa de conocimiento y capital. ¿Qué le ha parecido la ciudad?
RL.   Lo que he visto me ha gustado. La gente participa, se manifiesta muchísimo. ¡Qué manifestaciones hay aquí! Ya había estado antes en España. De hecho, creo que esa combinación de imaginación y negocio en mí es genética. Mis abuelos maternos eran de Galicia; los paternos, de Austria.

EEB.  Como los de Niki Lauda, el piloto.
RL.  ¿Ah sí? No lo sabía. Debe tratarse de una combinación de éxito, una “buena idea” (se ríe).

Climent 18/10/03, 11:35

Espaienblancación… Una idea es una palabra. Una palabra es una mezcla concreta de consonantes y vocales o de vocales y consonantes. Una consonante es un signo, otro signo es una vocal, un signo es una palabra, una palabra es una idea. Tan sólo tres vocales y una consonante tiene la idea. Pero la idea que buscamos nosotros – que buscamos y no encontramos – es un himno, una obra viviente, una epopeya, una tragedia, una comedia del absoluto saber. Alguien dijo que una idea es el desafío entre el infinito y la nada, una idea es un libro, es no querer morir. Una idea es el cráneo, la ética, la frenología, la coseidad o la sinrazón. El placer es una idea así como la necesidad, una idea es el corazón, nuestros desvaríos de la realidad tan sólo son una idea. Pero la idea que buscamos nosotros – que buscamos y no encontramos – es una rebelión, la individualidad colectiva de una subversión, el escepticismo, la observante desazón, el alma bella, el mal, su perdón, la reconciliación, el contenido, la enajenación, la inmediatez, la esencia de una penumbra. Una idea es un culto de sonidos sonorossss, la fórmula de un juramento, un descontento, el consuelo del amenazado, una idea también es un aforismo de Nietzsche :

Para la tranquilidad del escéptico ( Aurora, 120 ).- ” No tengo ni la menor idea de lo que hago. No tengo ni la menor idea de lo que debo hacer “.- Tienes razón, pero no dudes de esto: ¡eres tú quien eres hecho en todo momento ! La humanidad ha confundido, en todas las épocas, la voz activa y la voz pasiva. Ésta ha sido su eterna equivocación gramatical. Una idea es una gramática, un apellido, un nombre, una dirección, un teléfono, una población. Una idea es un gesto, un abrazo, una sonrisa, un capricho, un susurro, una desolación. Pero la idea que buscamos (yo)sotros – que buscamos y no encontramos – es tan sólo una aspiración. Una idea es un euro, un dólar, una blanca moneda, un marco, un franco, una aproximación … una idea es un punto, una coma o quizá sea un guión. Una idea es una locura que debe cumplirse sin tergiversación, una idea es el fracaso de la descomposición o tal vez un sacrilegio de provocación. Una idea se vende, una idea se compra, una idea se roba y por ello es una piedra compuesta de dolor.

Y dijo el místico judío: << Brote la Nada. >>
Y alzó su mano derecha
hasta ocultar su mirada.
Y quedó la Nada hecha.

Una idea es un palindroma, una Anilina, un salta Lenín el atlas, un amigo que no gima, un átale demoníaco Caín o me delata, un Anás usó tu auto Susana, un Ave llamada Eva o desde Roma con Amor no dijo nada Adán. Una idea es un guiño …

fracturas@ya.com 14/12/03, 19:06

Toda idea habita en la periferia del abismo señalado entre lo que realmente vivimos y lo que experimentamos como pensable y decible. Idea es, en definitiva, el insignificante resultado que obtenemos despues de tratar de reunir bajo el mismo nombre todas o, menos pretenciosamente, una parte, de nuestras experiencias inabarcables . Para quien señala el abismo (pese a que no señale rigurosamente nada), las ideas, los conceptos, sólo son indicios de una muerte anunciada: la del propio pensar.